Durante los días 21 y 22 de este mes de marzo, nuestra Asociación ha realizado dos actividades para conocer la historia de la minería enMelilla y su entorno: una conferencia y una excursión. El día 21 tuvo lugar la conferencia en la sede la asociación a cargo del profesor Don JOSE ANTONIO CANO MARTÍN, que hizo un recorrido sobre esta peculiar parte de nuestra historia local.
El día siguiente, sábado 22, fue una intensa jornada de excursión para visitar las cercanas instalaciones mineras en el monte Uixan, a pocos kilómetros de nuestra ciudad.
Tras cruzar la frontera, y antes de dirigirnos a los montes de Uixan, hicimos una parada en el hotel Select, en Nador-Tahuima, donde desayunamos.
Llegamos al poblado de Uixan, y descendimos del autobús junto a las antiguas oficinas de la Compañía minera. El lugar esta visiblemente deteriorado por el paso del tiempo y la falta de cuidados.
Nos hacemos una foto de grupo junto a este edificio.
Poco a poco iniciamos la marcha, y saliendo del poblado vamos caminando hacia las antiguas instalaciones de las explotaciones mineras.
Edificios ruinosos van apareciendo ante nosotros...
A la izquierda del camino, encontramos unas estructuras monumentales, que pese al estado de abandono y ruina en que se encuentran reflejan aún la grandiosidad de su estructura. Una pared cae verticalmente más de treinta metros. Podemos acercarnos hasta el borde mismo, no hay protección alguna, y pronto surgen mariposas en el estómago a quienes padecemos de vértigo. Al fondo herrumbrosas maquinarias reflejan el sol de la mañana. La vista es imponente. El valle se despliega hermoso desde este mirador privilegiado.
Sigue nuestro paseo, y la siguiente sorpresa es la entrada de un túnel, de fácil acceso, y con aspecto de no tener mucha complicación. Quienes conocen el lugar nos anuncian que el túnel está bastante limpio y es fácil de recorrer. El grupo se dirige hacia allí y nos adentramos en él. Tras recorrerlo completamente comprobamos que la salida del túnel da a un barranco. Hay que volver por el mismo camino.
Seguimos el camino, y tras pasar junto a unas antiguas chimeneas, llegamos a una pequeña charca. El lugar invita al descanso, y tomamos algunas fotos. En este punto el grupo se divide. Algunos deciden continuar el camino, y otros vuelven hacia el poblado.
El camino que seguimos asciende suavemente y bordea unas colinas. A los pocos minutos llegamos a un pequeño lago, donde es evidente la industria minera desarrollada durante años en el lugar. El color de las aguas, la huella de la maquinaria en las laderas, los caminos artificiales abiertos... todo recuerda la frenética actividad minera. Hoy es un lugar silencioso, tranquilo y con una extraña belleza que me recuerda las fotos de paisajes marcianos o de cualquier otro planeta.
Desde aquí iniciamos la vuelta por el mismo camino que hemos traído. A lo lejos vemos nuestros compañeros que van regresando al poblado. Algunas garcetas se espantan a nuestro paso y levantan apresuradas el vuelo.
Al pasar nuevamente junto a las chimeneas semiderruidas, nos acercamos a ellas y las examinamos detenidamente desde dentro.
Llegamos de nuevo al poblado de Uixan, y tras contactar con el vigilante del antiguo edificio de oficinas, nos permite amablemente el acceso al mismo. Al entrar en las antiguas dependencias se tiene la inevitable sensación de retroceder en el tiempo. El lugar parece anclado en los años 50 y 60.
Hemos terminado la visita a la zona minera de Uixan, pero como todavía es temprano nos dirigimos al mirador de Segangan. Allí disfrutamos de unas increíbles vistas durante media hora antes de dirigirnos al hotel para comer.
Nuestra excursión concluye en el hotel Le Select donde disfrutamos de la comida mientras cordialmente comentamos la jornada.
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